Hoy nos mudamos finalmente a un ashram. Hemos tenido suerte, están todos los que nos recomendaron a rebosar pero finalmente en uno de ellos se ha liberado una habitación.
Los ashram solían ser totalmente gratis, a cambio del alojamiento, comida y las clases de yoga, la gente solía colaborar realizando algún trabajillo.Ahora se ha reconvertido algo,muchos turistas, fórofos del yoga, frikies o pérdidos de la vida vienen hasta aqui buscando "la verdad". Encontrarse con su verdadero yo.
Aún así, ahora el precio que se cobra es irrisorio.
Nosotros tenemos una enorme habitación, unos 50 metros cuadrados, con cuarto de baño y unas impresionantes vistas al río por 5 euros la noche.
En estos 5 euros se incluyen clases de meditación por la mañana y 2 clases de yoga a lo largo del día. Un precio increíble!!!!
En nuestro ashram como es de suponer, hay mucho colguetilla, con el tercer ojo cuasitatutado en la frente que flipan en demasía. Pretenden ser más indios que los indios más hinduistas y más entendidos que los verdaderos entendidos.
Aún así, la mayoría de la gente es muy simpática y abierta.
Hay mucho profesor o alumno ventajado de yoga que vienen aquí a pasar unas semanas de reciclaje. Quieren desconectar y perfeccionar.
Gente muy relajada, muchos de ellos con vidas pasadas y cambios presentes muy interesantes.
El que más y el que menos está sumido en la búsqueda de su propio santo grial.
Nosotros, hemos tomado la decisión de ingresar en un ashram por curiosidad, pero sobre todo debido a las numerosas recomendaciones recibidas de viajeros con los que hemos congeniado a lo largo de nuestro viaje.
A punto de finalizar nuestro viaje por el mundo, como punto de inflexión para hacer balance creemos que nos vendrá muy bien.
Además, siempre hemos querido iniciarnos en el yoga así que este es el momento