Finalmente hemos contratado el tour con el hotel, tras asegurarnos que tendremos cada uno al menos 7 mantas!!!
Y es que en el desierto de noche las temperaturas bajan de 0º y nosotros ya hace tiempo que nos deshicimos de los sacos de dormir. Haremos el tour con 2 camelleros, 2 yankies ( no van juntos, uno es de Alaska y otro de San Francisco residente en Italia) , nosotros y 6 camellos.
Los yankies muy majetes, menos mal porque tendremos que estar juntos muchas horas en los próximos días.
Los camellos se portan, son unos animales encantadores aunque tienen su dosis de mala leche si les contrarias mucho.
El desierto de Thar, también conocido como el gran desierto indio, es una extensa región de desierto arenoso situada al noroeste de India y al este de Pakistán.
Faltan dunas, no representa la imagen idílica que tiene uno del desierto con sus inmesas dunas de arena. Nada que ver, por ejemplo, con nuestro referente de desierto en el Sahara.
Las primeras dunas las hemos avistado al atardecer, de hecho acamparemos al amparo de ellas. La puesta de sol excepcional y el cielo estrellado inconmensurable.
Los camelleros han cocinado algo de verduras que junto con unos huevos y un par de mendrugos de pan han constituido nuestra cena.
Las temperaturas han bajado ya considerablemente así que nos hemos parapetado bajo nuestra montaña de mantas y hemos contemplado en silencio el maravilloso cielo estrellado.
Y es que en el desierto de noche las temperaturas bajan de 0º y nosotros ya hace tiempo que nos deshicimos de los sacos de dormir. Haremos el tour con 2 camelleros, 2 yankies ( no van juntos, uno es de Alaska y otro de San Francisco residente en Italia) , nosotros y 6 camellos.
Los yankies muy majetes, menos mal porque tendremos que estar juntos muchas horas en los próximos días.
Los camellos se portan, son unos animales encantadores aunque tienen su dosis de mala leche si les contrarias mucho.
El desierto de Thar, también conocido como el gran desierto indio, es una extensa región de desierto arenoso situada al noroeste de India y al este de Pakistán.
Faltan dunas, no representa la imagen idílica que tiene uno del desierto con sus inmesas dunas de arena. Nada que ver, por ejemplo, con nuestro referente de desierto en el Sahara.
Las primeras dunas las hemos avistado al atardecer, de hecho acamparemos al amparo de ellas. La puesta de sol excepcional y el cielo estrellado inconmensurable.
Los camelleros han cocinado algo de verduras que junto con unos huevos y un par de mendrugos de pan han constituido nuestra cena.
Las temperaturas han bajado ya considerablemente así que nos hemos parapetado bajo nuestra montaña de mantas y hemos contemplado en silencio el maravilloso cielo estrellado.