Por la mañana nos hemos ido a un par de mercadillos situados en el casco antiguo. Tienen absolutamente de todo, desde antiguedades hasta chancletas de dedo.
La tarde ha sido mas bien relajada y hemos aprovechado para darnos un buen homenaje culinario y tomarnos unas birritas como cierre de nuestra estancia birmana.
Mañana tomaremos un vuelo hacia Bangkok.