
El autobus, al menos tiene un pase, nada que ver con el que nos llevo de Bagan a Kalaw.
Lo que no ha cambiado sin embargo son las numerosas paradas a lo largo del trayecto.
Durante la segunda parada hemos tratado de esquivar a una pareja franco-birmana.
Un autentico coñazo de personas, sobre todo ella, que por si fuera poco va alardeando de ser la cuñada del numero 2 del gobiernos; esto no ha hecho mas que intensificar el poco interes en hablar con ellos.
En la ultima parada ha conseguido cazarnos y nos ha regalado un mini-budha para mejorar nuestro karma.....
