
El tiempo por aqui sigue siendo estupendo. Lo curioso de esta zona es que muchas de las espectaculares playas que te encuentras de camino tienen carteles avisandote de la presencia de medusas venenosas cuyo contacto puede llegar a ser mortal. Incluso en las que han instalado una especie de malla antimedusas, los pocos bañistas que se ven van cubiertos con un chaleco de neopreno. A esto hay que añadirle en alguna de ellas el riesgo de encontrarte con los agresivos cocodrilos de aguas saladas!!!
Vamos que el bañarte significa un subidon de adrenalina.

La omnipresente Billabong parece vestir al 90% de la fauna surfera y vouyerista de la zona. Mañana cambiaremos el mar por el desierto.
